martes, 18 de septiembre de 2012

El videodromo (II)


Hardcore, un mundo oculto de Paul Schrader



Un padre, tras desaparecer su hija, descubre que participa en películas porno; posteriormente trata de encontrarla y se mete de lleno en un universo totalmente desconocido que le cambia para siempre.
Buen retrato de la América de familia perfecta enfrentada a la creciente ola del mercado pornográfico que el país vivió en los 70, y donde la mentalidad puritana de aquellos tiempos se enfrentó a un mundo sórdido, repulsivo y moralmente reprobable para aquellas mentes.

Prácticamente se podría definir como la segunda parte de Taxi driver tanto a nivel ambiental como fotográficamente; normal, viendo quien está en la dirección. No alcanza la excelencia de la película de Scorcese pero sabe manejar con fuerza y un ritmo adecuado el tipo de relato en el que se mueve, repleto de pesimismo, urbes sucias, personajes indeseables y personas que pierden su identidad.


Pontypool de Bruce McDonald



Con una escenografía casi teatral y ampliamente reducida con escasos medios se crea una obra repleta de tensión, angustia e incertidumbre. FUNDAMENTAL verla en versión original para disfrutar de la portentosa interpretación de Stephen McHattie. Una más que agradable sorpresa entre tanta superficialidad y repetición de esquemas. Supuestamente habrá una secuela en 2013.


Shock(suspense) de Mario Bava



Último trabajo en celuloide del maestro del terror europeo acompañado por su hijo Lamberto (posteriormente hizo un trabajo para tv). Es un trabajo irregular con la clásica atmósfera opresiva, malsana y con planos inquietantes que ha caracterizado la carrera del director pero en esta ocasión el guión posee algunas lagunas o momentos risibles (el momento del cutter volador me parece de lo peor) que desvirtúan el trabajo global, normal estando un inútil como Lamberto rondando en la escritura.

A pesar de ello hay que destacar el esfuerzo interpretativo de la protagonista y su evolutivo paso hacia la locura creada tanto por la casa como el comportamiento de su hijo pequeño, donde incluso Mario roza el elemento incestuoso entre madre e hijo.

La película se apunta a la moda de las bandas sonoras de música progresiva y oscura de la época, en este caso dirigida por el grupo Libra que es demasiado deudora de Goblin(aunque algo más esquizo), aún así cumple en apoyar las escenas más inquietantes.

No es una película a la altura de mis favoritas (Operazione Paura, La Máscara del Demonio, Las 3 caras del Miedo) pero posee una fuerza vital estimulante y con un sabio uso de los espacios cerrados y los tiempos muertos para atemorizar al espectador, así como la relación entre madre e hijo y los cambios de comportamiento de éste; lo peor, la austeridad visual que destila (se nota que no pudo estar realmente tras la cámara y estar simplemente asesorando), la irregularidad del montaje y el guión.

Aún así, una despedida digna y con buenos momentos por parte de un director legendario.


El hombre ilustrado de Jack Smight



Buena película que adapta el mítico libro de relatos de Ray Bradbury, aunque en el film sólo aparezcan 3 de ellos, en este caso los enfocados puramente a la ciencia ficción (hay otros ligeramente más orientados al terror), y que analizan la naturaleza humana y su relación con la tecnología. Es una película de estética muy luminosa, muy estilo Robert Mulligan con paisajes muy cálidos y colores vivos, no es una maravilla pero el trabajo visual me parece bastante correcto.

La fortaleza cinematográfica reside en la excelente interpretación de su protagonista, Rod Steiger, que se come la pantalla como el hombre lleno de ilustraciones en su cuerpo, y que busca a la mujer que se los hizo para vengarse ya que lo considera una maldición, mientras narra a un joven viajante en la época de la gran depresión, su historia y las historias que contiene su cuerpo a su vez.

Quizás la adaptación no sea del todo acertada y que el estilo de Bradbury no sea muy cinematográfico pero aún así es una obra cuidada y que no aburre en ningún momento. Las historias pueden adolecer de ser algo previsibles y de escaso peso dramático pero se compensan con el trabajo de Steiger.


El héroe anda suelto de Peter Bogdanovich



Enorme thriller, sencillamente brutal, el testamento de una leyenda llamada Boris Karloff. Escalofriante la frialdad y la naturalidad con la que Bogdanovich nos muestra al asesino de masas que aparece paralelamente en el relato, quien a pesar de sus actos no pierde ese aspecto angelical que le caracteriza.

Aparte en la obra de Bogdanovich se nos transmite la disyuntiva de la violencia en la realidad y el cine, y donde un actor de terror ya no se ve capaz de transmitir miedo a los espectadores porque la realidad supera claramente la ficción. Se podría decir que es cine dentro del cine y un poco la manera de Karloff de verse a si mismo en su ocaso. Magnifica.

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